Bueno pues, como hice en la publicación anterior, voy a centrarme en mi experiencia personal para ésta. No sé, prefiero hablar sobre temas cercanos a mí, antes que soltar un rollo acerca de algo que a lo mejor hasta yo mismo desconozco.
Esta es una historia un poco más lejana que mi experiencia en la UIMP…
Hace dos veranos, tuve la suerte de participar en un proyecto de voluntariado en República Dominicana organizado por la fundación Areitos, que trabaja sobre el lema “Artistas para el desarrollo”.
Desde España partió un grupo de músicos profesionales, orientadores, profesores, psicólogos… y yo ( Je, je!), hacia un “destino” denominado: 1º Encuentro Iberoamericano de Música y Solidaridad.
Tras la llegada, cada uno tenía una serie de labores que debía desempeñar. En mi caso, se trataba de una doble función, por una parte preparar mi papel (¡protagonista!) en la Zarzuela “La Revoltosa” de Ruperto Chapí, que sería representada en la Embajada Española de Santo Domingo; y por otra encargarme de distintas actividades en el ámbito educativo. Mis principales funciones como educador eran las de maestro de música y la de monitor de actividades musicales. La primera se desarrollaba en el Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo, donde impartía clase a un grupo de alumnos de distintas edades que estaban apuntados a una especie de curso de verano relacionado con la educación musical. Sin embargo la siguiente función es la que más me marcó, tanto profesional como personalmente. Cada día, después de las clases en el conservatorio partíamos hacia las zonas más marginales de la isla; pero debemos saber que no es lo mismo un barrio marginal en España que allí: familias enteras sin trabajo viviendo en chabolas de chapa, niños desnudos y desnutridos por las calles…
Una realidad muy dura, a la que la Areitos está plantando cara. En numerosas de estas zonas se han abierto centros y comedores para los niños y jóvenes del lugar, en los que se imparten clases para proporcionar una educación en valores y una educación musical con ayudas económicas. En estos centros yo ejercía de monitor de actividades musicales, que se basaban principalmente en juegos de confianza y desinhibición para que los niños pudieran olvidar por un momento la cotidianidad de sus vidas.
Una experiencia increíble.
Aquí adjunto un enlace tanto a la página web oficial, como a un video que se realizó como publicidad del encuentro:
WEB: http://areitos.es/areitos/index.php?option=com_content&view=frontpage&Itemid=1#Top
VIDEO:
Espero poder participar nuevamente en este proyecto; o si no, en cuanto pueda, en alguno similar.
Un saludo!
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