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domingo, 19 de diciembre de 2010

LA IMPORTANCIA DE LA MUSICA PARA EL NIÑO

La niñez es la etapa en la que el ser humano está más receptivo con todos los estímulos del exterior. El niño es capaz de recibir todo tipo de señales sensoriales y conceptos y conocimientos que va procesando y que le serán útiles para el resto de su vida en el uso cotidiano del día a día.
Al mismo tiempo que ocurre todo esto, el niño por sí mismo desarrolla sus capacidades psico-motrices a una gran velocidad, con notables mejoras en su habla, en la forma de andar, y en toda su coordinación. Es entonces cuando sería oportuno mostrarle la forma de desarrollar las habilidades como podría ser una de ellas la música.
Ahora, el niño puede recibir instrucciones sobre la ejecución de un instrumento musical, como de cualquier otra actividad psico- motriz.
Puede ir a pasos agigantados en este campo, como lo haría también en un juego o actividad física, ya que se trataría de algo fácil y divertido para él.
Habría mucha diferencia en el aprendizaje de este niño, a la hora de aprender a tocar un instrumento por ejemplo, con la de un adulto que también comience a hacerlo.
Además de todo esto, un niño tiene total libertad de su tiempo, y puede matarlo en algo útil, y que le sea de provecho, sin contar con que aumenta sus capacidades y desarrolla su creatividad favorablemente. Carece de obligaciones laborales, y todas estas actividades les darán recompensas a largo plazo.
Los encargados de que este tiempo sea aprovechado por el niño de buena manera son los padres, que deben saber motivarlos y venderles la idea de estudiar un instrumento; cosa que tampoco es muy difícil porque la mayoría de niños se sienten motivados hacia actividades que se salgan de la rutina, y que los diferencie de otros compañeros. Se sienten atraídos en general, por la música y por la gran variedad de instrumentos musicales que pueden encontrar, eligiendo así por sí mismo el que más le agrade.
Además de todo lo dicho anteriormente, esa edad es la mejor para actuar, ya que a partir de secundaria, van siendo edades difíciles para crear un hábito nuevo en el niño, y para que este no se oponga, dando su opinión, o simplemente por llevar la contraria, y aún no se percata del beneficio que le acataría a lo largo de su vida.
A parte, un niño de esta edad ya dispone de más distracciones, más vida social, y va necesitando dedicarle mayor tiempo a sus estudios y es más complicado compaginar ambas cosas a medida que va creciendo.


Por otra parte debemos tener vigentes las ventajas de saber tocar un instrumento. Puede tener mayor facilidad para hacer amigos, ya que tendrá de cierta forma, perdido el miedo a interactuar con los demás y con gente nueva, ya que está acostumbrado a conocer a niños en cada distinta asignatura de cada año en música, y a actuar delante del público en solitario.
También existe la posibilidad de que elija la música como forma de vida, y hacer una carrera dedicada a esto, que le permita vivir independientemente y de la forma que le gusta. Lleva como ventaja los años que dedicó desde la infancia hasta la hora de elegir una carrera a la música.
Por último, la música en general nos puede servir como cobijo y refugio cuando algo se tuerce en nuestro día a día, y usarla como inspiración para buscar una salida.
Podemos usar la música, en la ejecución de un instrumento, para expresar nuestros sentimientos de cada momento, una vez que tengamos claras las pautas que hay que seguir para poder hacer música.


Todo esto también tiene su forma pedagógica. Hay estudios relacionados con impartir música en edades tempranas como preescolar. Esta enseñanza incide positivamente en el desarrollo intelectual del niño. Además ayudan a la educación del oído, y a la mejora del habla, por tanto, de comprensión en el proceso de comunicación sensorial.
Otro gran beneficio es el aumento de la capacidad de expresión y del desarrollo de la personalidad del niño.
Permite la interiorización del niño y abre puertas para compartir su mundo personal con los demás, haciéndolo un ser más sociable. Ampliando este método, se puede hacer que el niño baile y se mueva al ritmo de la música,y así fomentar también su expresión corporal.


Por otro lado, la música puede acercar a las personas que la comparten. Así, cuando el niño va avanzando en sus estudios musicales, es capaz de expresarse cantando, o inventar sus propias letras para las melodías ya existentes y compartirlas con los demás. Al buscar por él mismo la rima, se va desarrollando musicalmente, intelectualmente, y también en la poesía, por lo que abarca también a ámbitos del lenguaje. Intentará pos sí mismo mejorar su vocalización y entonar su voz con las notas musicales que oye.
En conclusión, el aprendizaje de la música a su debido tiempo, conlleva a un mejor desarrollo del oído, de la voz, de saber tocar un instrumento, del lenguaje, de la memoria, de su capacidad psico- motriz, de desarrollar sus sentimientos, de interactuar con la sociedad, y de crecimiento como persona.







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